Barrios Chinos

Barrios Chinos

Jonatan Relayze
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El barrio chino de mi infancia no se parece en nada al actual. Recuerdo los puestos donde vendían pescado fresco en el Jr. Ucayali, con su suelo resbaloso de barro y sangre. Recuerdo el arco chino sucio, lleno de avisos pegados y una pequeña tienda de fideos y taufu en esa misma esquina. Era muy difícil caminar en la calle por la gran cantidad de ambulantes pero era una experiencia totalmente sensorial. Gracias a mi abuela pude conocer ese pequeño universo. Y de esas visitas me quedan dos de mis debilidades hasta hoy: el tay pao o min pao especial y el arroz chaufa de chancho asado.

Cada vez que tengo la oportunidad de viajar, trato de visitar el barrio chino local. Es una costumbre que tengo desde mi primer viaje al extranjero, precisamente a New York, con su famoso chinatown, uno de los más conocidos del mundo. La primera vez que estuve ahí fue en invierno y las calles estaban llenas de nieve, pero al entrar a un local de dim sum, todo cambió. Me sentí protegido por el calor y el olor de las decenas de tipos de bocaditos que preparaban en el lugar.

Sin embargo, lo que más me gusta de aquel chinatown es un pequeño restaurante en la misma Canal St., llamado Sun Sai Gai, con una excelente relación calidad-precio y donde mi plato favorito es roast pork with scrambled eggs on rice o, dicho en peruano, una simple tortilla de chancho con arroz blanco. Ese lugar es conocido por sus baos, especialmente el de chancho asado y por su forma poco ortodoxa de pedir propinas, donde puede ser un pecado casi mortal no dejar uno o dos dólares en las manos del mozo, ya que bloqueará la puerta de salida hasta que uno haga el pago.

Debo decir con mucha pena que me siento decepcionado de otros chinatowns clásicos de Estados Unidos como los de San Francisco o Los Ángeles. En San Francisco quizá el problema fue que llegué con muchas expectativas, ya que se trataba del más grande del país, pero básicamente se trataba de puros bazares y muy pocos lugares para comer. Por suerte, gracias a una amiga local de ascendencia china, pude ir a un local de dim sum buenísimo, de dos pisos de pura comida, pero alejado del barrio chino.

Por otro lado, el barrio chino de Los Ángeles dio la impresión de estar deshabitado y abandonado a su suerte. Sobre todo por su cercanía al centro de la ciudad y a la zona conocida como skid row, plagada de personas sin hogar.

Otro que tuve la oportunidad de conocer fue el de Washington D.C. Lamentablemente no tenía mucho que ofrecer -además de un gran arco chino- pese a que relativamente cerca se encuentraba el museo Smithsonian con un impresionante área sobre la cultura china y asiática.

En Canadá, uno de los países con mayor presencia china del mundo, pude conocer los chinatowns de Montreal y Calgary. Entre ambos, sin duda, el que tenía una mayor dimensión y ambiente de barrio chino era el de Montreal, que hasta tenía graffitis muy buenos de temática china, y donde pude comer en tres lugares distintos sin que su sazón lograra convencerme. Por otro lado, el de Calgary era básicamente un pequeño centro comercial asiático, donde pude conseguir chocolates japoneses Kit Kat de sabores raros, como té verde o cheesecake.

Sin duda, una de mis experiencias más extrañas en un barrio chino, fue en la ciudad de La Habana. Al llegar con mi familia, nos comentaron que no podíamos dejar de conocer el gran arco chino. En ese momento no sabía de la larga historia de los chinos en Cuba por lo que me sorprendió ver un arco de tales dimensiones. Dos cuadras después caminábamos por una pequeña calle peatonal con muy pocos restaurantes chinos. Mi madre y yo entramos a dos de ellos y nos dimos con la sorpresa de que el menú era, básicamente, pizzas y hamburguesas. Dejamos de buscar algo para comer. Caminamos un rato por la calle “Cuchillo” y no vimos a casi un solo chino.

Dentro de poco podré conocer el famoso chinatown de Londres. A diferencia de otras ocasiones, no quiero llegar con muchas expectativas pero he escuchado que se trata de toda una experiencia pues es uno de los más importantes del mundo. Próximamente comentaré algo sobre ese viaje.

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