El dragón, herencia de una raza

El dragón, herencia de una raza

Fotografía: Danza del Dragón. Col Esc. Wushu Sámano, 2020

Los símbolos son un lenguaje universal desde las antiguas civilizaciones de los arios, sumerios, chinos y egipcios hasta los tiempos modernos, la serpiente, por ejemplo aparece en diferentes culturas, es el símbolo universal de la sabiduría, mientras que en occidente representa el mal y el demonio, en oriente se presenta como el dragón, simbolizando el poder espiritual supremo. El cambio de piel manifiesta la renovación y el renacimiento, en tanto que, al mismo tiempo, este reptil puede representar el veneno y la muerte.[1]

 

En el remoto Oriente vive un dragón,

cuyo nombre es China.

En el remoto Oriente viven unas gentes,

todos ellos son los descendientes del dragón.

Canción popular taiwanesa

 

Un día fresco y soleado de primavera, experimento de pronto esa extraña ausencia de la calidez humana ante la falta del abrazo amistoso, debido a las nuevas reglas sociales que ha impuesto el Covid19, nos limitamos ahora a saludarnos con un estandarizado y prudente alejamiento, y nos conformamos con unas insípidas señales como muestras de saludo. A pesar de ello,  trato de establecer una conversación sobre la Danza del Dragón con Emilio Nan Tek Chin, uno de los miembros que conforma el grupo de esta danza  en la comunidad china de Mexicali. Emilio no puede dejar de expresar emoción al recordar la forma en que se practican  los tradicionales movimientos de la mítica criatura, símbolo tan antiguo como la misma China, sus palabras fluyen en el dialogo como los movimientos del legendario dragón y nos explica: su origen viene de la dinastía Tang[2],   se cree que su objetivo era celebrar la victoria del bien sobre el mal. Esta danza, junto con  la Danza del León, es muy importante en todas las fiestas tradicionales, principalmente en la celebración del año nuevo chino.

En la antigüedad formaba parte de un rito religioso que celebraba el despertar de la tierra, cuando las comunidades se preparaban para la siembra. Según la leyenda, el dragón dormía bajo tierra durante todo el invierno y despertaba con las primeras lluvias de la  primavera prediciendo fertilidad para la cosecha[3].

 

Sobre sus raíces orientales, Emilio Nan Tek, nos dice:

Mi padre, Chin Nan Tek, salió de Cantón para llegar a la ciudad de Mexicali, siendo un niño y mi madre Juana Yáñez Esquerra, fue originaria de El Dorado, Sinaloa, México, así que soy un  hunxuer (混血儿)

Al escucharlo, medito sobre el término hunxuer (mestizo), y el poder que ejerce sobre la identidad;  el hombre necesita encontrar su identidad para dar respuesta a la pregunta ¿quién soy? Descubrir el significado del individuo en el universo y trascender lo material para llegar a lo espiritual. Volviendo la mirada hacia los símbolos, reflexiono sobre su importancia,  especialmente en estos tiempos cuando tantos valores se están derrumbando sin que haya nada que los reemplace. La comprensión de nuestros símbolos nos ayuda a comprender nuestro ser y muchas de nuestras acciones y reacciones hondamente arraigadas, y porqué algunas creencias y acciones son tan persistentes y válidas aún en estos tiempos.

Al respecto, Emilio comenta que son pocas las  personas que comprenden hasta qué punto su vida diaria se ve influida por los símbolos que han llegado hasta ellas a lo largo de los siglos, a través de razas, culturas y religiones diferentes, -haciendo una pausa, expresa pensativo-, para la persona común de nuestros días, un símbolo es  apenas un signo que no trasmite otro significado que el que vemos por su apariencia exterior.

Mientras lo escucho, pienso  que en Occidente se identifica a la serpiente con el mal y el demonio, mientras que, en el Lejano Oriente rara vez tiene mayores diferencias con el dragón[4], caracterizado por sus cualidades benéficas, por ejemplo el Dragón de las Nubes, portador de la lluvia que beneficia a las cosechas. El dragón es sabiduría, fortaleza y supremo poder espiritual. Es el gran símbolo del Taoísmo: “el perfecto ritmo de la forma del dragón resume todo lo que está contenido en el misticismo taoísta y su arte. Es el misterio último que se oculta en las nubes, en la cima de las montañas y en las profundidades de la tierra”[5], simboliza así la sabiduría del Tao.

Emilio me explica por qué no habla el idioma de su padre: no recuerdo familiares chinos directos que pudiera identificar. Los tíos, shushu[6] (叔叔) eran en realidad compañeros de mi padre que se conocían desde que habían migrado a estas tierras. A diferencia de otras personas con ascendencia china que conozco, en mi caso, la influencia de mi padre fue muy poca. Recuerdo que fue  una persona que trabajaba de lunes a domingo, pero siempre al pendiente de las necesidades de su familia.

Mi padre falleció en abril de 1968, antes de mi cumpleaños número nueve. Al morir fue mucho menos el contacto con la comunidad china.  Sin embargo, a invitación de mi primo Jorge Chen, empecé a asistir a sesiones de arte marcial, en las instalaciones de la logia Chee Kung Tong. Clases que en su momento solo eran para chinos, aunque después se fue aceptando a mestizos como yo y también compañeros mexicanos.

Nuestro maestro se llamaba Pon Yat Kat, recién había llegado de China, no hablaba nada de español, y dirigía la clase con ejemplos. Nos enseñaba Choy Lee Fut, con un estilo muy estricto, que desarrollaba en nosotros una fortaleza interior, me costó años poder identificar ese estilo.

En nuestra ciudad, mucha de la actividad de los chinos decayó, a raíz de los años en que China Nacionalista  fue sustituida por la China de Mao en la ONU, en los años 70¨s. A raíz de eso, muchos chinos de nuestra ciudad, emigraron a Estados Unidos, bajo el esquema de Amnistía, lo que explica que hubo una actividad  antes de, y una casi nula actividad después. Para mí, fueron años en que permanecí totalmente ajeno a cualquier convivencia china.

Danza del Dragón. Col Esc. Wushu Sámano, 2020

No obstante, alrededor del año 2014-2015, me encuentro con el maestro  Luis Manuel Chong Sam[7]; su papá y mi padre habían trabajado juntos. Por aquel entonces me había compartido su inquietud de formar una asociación de mestizos chinos, que buscaba recuperar trozos de la vida y costumbres de nuestros ascendientes. Es así como tiempo después, nace la Asociación de  Descendientes de Chinos de Ultramar, en la ciudad de Mexicali, Baja California.

Crecí a los pies de este dragón gigante

hasta convertirme en

un verdadero descendiente del dragón.

Canción popular taiwanesa

 

Emilio Nan Tek  continúa comentando de la milenaria tradición:

 

Sobre la  danza del Dragón, la realizaban  una fila de danzantes, donde cada uno de ellos llevaba un farol en el extremo de un palo. El más alto representaba la cabeza, los demás eran las vértebras y el más pequeño la cola. La marcha  de los bailarines subiendo y bajando los faroles recordaba la figura de un dragón que avanzaba sinuoso en la oscuridad de la noche. (Para describir lo que explica, realiza movimientos fluidos con brazos y piernas imitando el ondular de la legendaria criatura).

La tradición popular de esta danza se ha mantenido hasta nuestros tiempos. Actualmente se ejecuta con nueve miembros. Todo el grupo va formando la  cabeza, vértebras y cola, está unido  por una larga tela estampada con escamas. Los danzantes, suben y bajan las astas y se coordinan para hacer más lento el paso, enroscarse y formar espirales. La vestimenta  por lo general es con los trajes típicos de la cultura china en color rojo, ya que está relacionado con la buena suerte, esto a la par con la simbología, ya que la danza del dragón trata de una práctica orientada a rechazar los malos espíritus y la mala suerte, como parte de uno de los rituales de fin de año.

 

Del encuentro con sus orígenes chinos, nos explica:

Es a través de la Asociación Descendientes de Chinos de Ultramar, que regreso a encontrarme con mi parte china, que había estado dormida. El despertar es hasta ahora muy grato, porque me ha conectado con recuerdos infantiles de los festejos del año nuevo chino, o el festival de otoño, con la música y el idioma. Me sentí inmediatamente identificado con la manera de comportarse dentro de la comunidad china; por otra parte, ésto vino a llenar en mi vida un vacío del cual no estaba consciente. Por pláticas con otros mestizos, creo que no soy el único.

Como descendiente de las culturas china y mexicana, mi identidad se inclina mucho más hacia la cultura china. No es una decisión o preferencia, mi corazón se siente tranquilo y en su lugar, identificado alrededor de las  prácticas culturales chinas. No lo puedo explicar bien, porque mi papá falleció siendo yo muy pequeño y realmente guardo muy pocas memorias o enseñanzas suyas. Tampoco tuve una familia china a mí alrededor, como tíos o primos que representaran una relación estrecha. A pesar de ello, poco a poco encuentro oportunidades para absorber lo que significa  la cultura de mi padre.

 

Con los ojos negros, el pelo negro y la piel amarilla,

…somos los herederos del dragón para siempre

Canción popular taiwanesa

 

Sobre el dragón, herencia de su raza, Emilio Nan Tek afirma:

El dragón chino nació como símbolo de la unión de las distintas tribus, lo cual explica que, tras la unificación de los reinos, terminara convirtiéndose en la imagen oficial del poder, el legendario Rey Dragón, responsable de la lluvia y protector de las cosechas, después se empezó a identificar con el emperador Xuanzong, que firmaba como Dios Dragón, bajo su mandato y el de sus descendientes, aparecieron tradiciones que tenían al dragón como elemento principal.

Entusiasmada con sus comentarios, pregunto: ¿qué parte de tu herencia cultural te gustaría transmitir a tus descendientes?

 

Sobre el dragón, porque su significado espiritual está relacionado con las fuerzas de la naturaleza y el universo, con el tiempo como propiciador de la lluvia y el agua, y con la protección de los hogares y templos.  Además, se convirtió en el símbolo de China, cosa que ha permanecido hasta la actualidad: en el siglo XIX, durante el reinado de Ci Xi, la emperatriz viuda, el dragón azul sobre fondo amarillo se convirtió en símbolo central de la bandera nacional china. Ya he invitado  a mi nieto Emiliano Guerrero Chin, de 10 años, que se incorpore en la práctica de las artes marciales chinas que se ofrecen en la Escuela Wushu Sámano, dentro de la Escuela  Comunitaria de la Asociación China de Mexicali.

 

Finalmente,  a la pregunta de ¿cuál es el interés en colaborar como miembro de esta danza?, me responde:

 

El participar en el grupo, sea tocando el Gong[8] o danzando, me genera un ambiente espiritual de ser parte de un todo, y no solo un esfuerzo individual. En ocasiones percibo que el grupo completo entra en armonía llevados por la música, y por esta hermosa criatura mitológica, que frente a nosotros desarrolla vida y singularidad, y dejamos de pensar que dentro están nuestros compañeros. Lo sé porque al terminar una presentación, es como si se detuviera el tiempo, para después regresar al momento actual. Incluso, al seguir en grupo, permanecemos todos en silencio.

Más que preservar, el ser parte, me conecta con una identidad; interiormente mi ser se  conjuga con la danza, con sentir que provengo de esa cultura. Soy parte de ese movimiento y esa actividad es parte de mí, por así decirlo. En ese contexto, quizás deseo extender ese sentimiento hacia otros. También he observado a  espectadores, y las sensaciones de alegría que provoca, el ambiente en general después de la danza, es de optimismo colectivo. Eso me gusta.

El contacto con la comunidad china a través de mi padre fue solo en las fechas festivas como ya lo comenté, cuando las pequeñas sociedades chinas  tenían eventos. En algún momento, mi papá fue secretario de alguna de ellas,  por eso hacia  recorridos entre varias de esas asociaciones,  ya fuera de carácter político o por el solo hecho de participar de esas festividades. Escuchar la lengua paterna que fuera utilizada en casa fue una extrema rareza[9], y solo sucedió en ocasiones de las fechas festivas que ya mencioné que tuve la oportunidad de escuchar a mi padre. Pero sí, en alguna parte de mi memoria infantil escucho la lengua paterna y resuena, aunque no entienda nada. Por ese bienestar que me produce, seguiré participando en las actividades de la comunidad china de Mexicali.


[1] Cooper JC. El Simbolismo, lenguaje universal. Ed Lidiun, 1988.

[2] El Imperio Tang (618-907 d.C) fue el segundo imperio más grande y duradero en la región después del Imperio Han. Al igual que el Imperio Han del Oeste, cuando el Imperio Tang estaba en su apogeo, Changan (actual Xian) fue su capital, y Changan fue una de las ciudades más grandes del mundo. Wikipedia

[3] Danza del dragón del Año Nuevo Chino: origen y significado de esta mítica tradición. Recuperado de: https://mag.elcomercio.pe/fama/historia-y-significado-de-la-danza-del-dragon-del-ano-nuevo-chino-ano

[4] El dragón es una criatura mitológica, símbolo en muchos países orientales que comparten los significados espirituales. La apariencia física del dragón consiste en una combinación de un total de nueve animales: cuernos de arce, ojos de langosta, morro de buey, nariz de perro, melena de león, cola de serpiente, garras de águila y escamas de pez. Sus colores son muy llamativos, primando el rojo y el amarillo.

[5] Citado anteriormente en El Simbolismo lenguaje universal, Ed Lidium, 1988

[6] Cuando se establece un trato de cercanía o simpatía entre dos personas de dos generaciones diferentes, el menor sea invitado a llamar shushu al mayor, igual que  en algunas partes de Occidente pueden nombrar a nuestros amigos “tío”

[7] Gran promotor de la cultura china local. Fue autor de la novela Un extraño en Mexicali

[8] Instrumento de percusión formado por un disco que , suspendido , vibra al ser golpeado por una maza

[9] Al respecto, durante mucho tiempo fue común que en los hogares donde había matrimonios chino/mexicanas, el padre en este caso no utilizara y/o trasmitiera la lengua de origen, como un mecanismo de defensa y protección hacia el racismo que se manifestó en varias partes del país.

Bibliografía

García M. Alfonso (2008): La influencia de la cultura y las identidades n las relaciones interculturales. KAIROS. Revista de Temas Sociales. http://www.revistakairos.org

J.C. Cooper (1988): El simbolismo. Lenguaje universal. Ed. Lidiun. Madrid

 

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