El Cementerio chino de Huaral: ritual y memoria desde la antropología

El Cementerio chino de Huaral: ritual y memoria desde la antropología

Rebeca Carrasco Atachao
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Texto leído el 04 de agosto de 2025 en el evento de presentación del libro Cementerio chino de Huaral. Patrimonio funerario del Norte Chico del Perú llevado a cabo en el auditorio José María Arguedas de la la Feria Internacional del Libro de Lima (FIL). Evento coorganizado por la Asociación Cultural Tusanaje-秘从中来, la Red Académica Latino (e Hispano) Americanista sobre Estudios Sinológicos – 拉美汉学研究学术网 de la Universidad de Costa Rica, la Universidad Católica Sedes Sapientiae y la Editorial Palabra de Clío (México). 

 

Me es muy grato compartir esta mesa con Julio Phan y Gonzalo Paroy, colegas de Tusanaje, con quienes comparto una afinidad por el estudio de la inmigración china al Perú. Hoy nos reúne la presentación del libro Cementerio chino de Huaral. Patrimonio funerario del Norte Chico del Perú, de Santiago Tácunan.

El Cementerio de Huaral es un recinto funerario como pocos en el Perú: destinado exclusivamente a miembros de la comunidad china residente en la localidad y sus descendientes (tusanes), su funcionamiento data desde la segunda década del siglo XX hasta la actualidad. No solo es un espacio de y para la memoria, sino también un espacio de resistencia frente al olvido, que da cuenta de la agencia de la comunidad china por honrar a sus ancestros dentro de un espacio consagrado para tal fin. Este es precisamente el aporte del libro que nos ofrece Santiago Tácunan, quien busca registrar pero sobre todo visibilizar este recinto como parte del patrimonio funerario en el Perú, y al mismo tiempo motivar a que se aborden estos temas desde enfoques multidisciplinarios.

Desde la antropología, el estudio de la muerte se ha abordado como un fenómeno sociocultural, analizando las formas que las diversas culturas perciben, ritualizan y enfrentan la muerte. Aunque la muerte es un hecho biológico inevitable, se convierte en un fenómeno sociocultural cuando cada sociedad le otorga un sentido simbólico a través de rituales y creencias. Ello explica porque la percepción de la muerte y los rituales funerarios difieren de una cultura a otra. Además, la realización de estos actos, reafirman la pertenencia cultural y la interacción entre sus miembros.

En la cultura tradicional china, la muerte no representa el final absoluto, sino una transformación hacia otra forma de existencia en el mundo espiritual. Se cree que todo ser humano está compuesto por un cuerpo físico y una dualidad anímica: el hun (魂), alma celestial y de naturaleza yang, y el po (魄), alma terrenal y de naturaleza yin. Tras el fallecimiento, el po permanece vinculado al cuerpo, mientras que el hun emprende un viaje hacia el más allá. Para facilitar este tránsito y asegurar el descanso del alma, se realizan rituales funerarios que incluyen ofrendas, ajuares y otros elementos simbólicos, con el objetivo de evitar que el alma del difunto se convierta en un espíritu errante o quede atrapada entre ambos mundos.

Esta concepción se fundamenta en tres pilares del pensamiento chino: el taoísmo, con su visión del equilibrio entre fuerzas opuestas pero complementarias como el yin y el yang; el confucianismo, que resalta la importancia del respeto y la piedad filial hacia los antepasados; y el budismo, que introduce la noción de reencarnación y el ideal del nirvana, entendido como la liberación del ciclo del sufrimiento y el renacimiento.

Desde esta perspectiva, no resulta sorprendente que los inmigrantes chinos que llegaron al Perú a partir de la segunda mitad del siglo XIX hayan desplegado grandes esfuerzos por mantener y adaptar sus prácticas funerarias tradicionales, preservando así sus creencias sobre la vida, la muerte y la continuidad del alma.
Por la relevancia simbólica y cultural, como bien señala Santiago Tácunan, los rituales funerarios de los chinos en el Perú constituyen un campo que amerita ser investigado con profundidad.

A partir del análisis texto, quisiera compartir con ustedes algunos puntos. Dado el tiempo limitado, seré lo más concisa posible.

1. Diversidad de inmigrantes chinos que llegaron al Perú. Los chinos que llegaron al Perú no conformaron un grupo homogéneo; por el contrario, presentaron una gran diversidad en cuanto a su procedencia étnica –aunque la mayoría era originaria de la provincia de Guangdong (Cantón)–, modalidad migratoria, inserción socioeconómica, etc. Estas diferencias, sumadas a los espacios de residencia (rural o urbano) y al contexto socioeconómico, influyeron en las formas de cómo llevaron a cabo los rituales funerarios.

Por ejemplo, los chinos culíes y los chinos recontratados en el siglo XIX, enfrentaron mayores dificultades para reproducir sus rituales mortuorios según sus pautas culturales. Una de sus principales dificultades fue la imposibilidad de contar con espacios consagrados para el descanso eterno. Ante la precariedad económica o su situación contractual, se vieron obligados a sepultar a sus muertos en espacios baldíos cercanos a las haciendas o en huacas andinas. Sin embargo, no dejaron de incluir ofrendas –objetos que, según sus creencias, ayudarían al alma del difunto a emprender el largo viaje hacia el más allá –. En estas tumbas, la ausencia de inscripciones era compensada por las ofrendas, que funcionaban como una forma de otorgarles identidad al fallecido.

En contraste, en el Cementerio chino de Huaral, cuyos entierros corresponden a los siglos XX y XXI, se observa un patrón funerario distinto. Según la investigación realizada por Santiago Tácunan, las tumbas están dispuestas de manera ordenada en pabellones, muchas de ellas cuentan con lápidas con inscripciones en chino y castellano, e incluso algunas presentan imágenes cristianas, lo que constituye un indicador de sincretismo religioso.

Todos estos datos nos permiten inferir que debió tratarse de inmigrantes ya asentados y con cierta estabilidad económica. Recordemos que realizar un entierro implicaba disponer de recursos económico. Por citar un ejemplo, en la ciudad de Lima, en el Cementerio Presbítero Maestro, hacia finales del siglo XIX, existían 4 categorías de entierros: nicho perpetuo (71 a 120 pesos), nicho común (15 a 12 pesos), fosa común (sin costo) y fosa aparte (1 peso 4 reales).

2. El Estado peruano y la inmigración china. El Estado peruano incentivó la llegada de inmigrantes chinos a través de la Ley de Inmigración de 1849, como respuesta a la falta de mano de obra estable y menos costosa que la ofrecida por la población andina. Además, esta migración formó parte de un proceso global: la diáspora china del siglo XIX.

3. Otras propuestas de Cementerio para los chinos. Los libros de sesiones de la Beneficencia de Lima dan cuenta de propuestas para la creación de cementerios destinados a protestantes y chinos en Lima y el Callao. Si bien estas propuestas no lograron concretarse para el caso de Cementerio Chino, evidencia una preocupación constante por la suerte de fallecidos de esta comunidad.

4. La cristianización de los chinos. El sacramento del bautismo comenzó a administrarse a los migrantes chinos desde fechas muy tempranas tras su llegada al Perú. Si bien no hubo una preocupación tácita del Estado, esta práctica dependió del contexto local y de la idiosincrasia de los propios hacendados. Lo cierto es que los registros parroquiales dan cuenta que los primeros bautizos de chinos se realizaron poco años después de su arribo, y su número fue aumentando a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX. Por ejemplo, en San Luis de Cañete, el primer bautismo registrado de un chino data de 1855, mientras que el primer entierro de un chino en el cementerio local se produjo en 1890. ¿Qué otros factores pudieron haber impedido o dificultado durante tanto tiempo el entierro de chinos en cementerios cristianos?

5. Conmemoración a los difuntos. La visita a los cementerios en el Día de Todos los Santos también es una forma de mantener vivo un legado cultural, expresado a través de honrar a ancestros (piedad filial). Lo que sugiere que las prácticas tradicionales china pudieron mimetizarse con las costumbres locales.

 

Reflexión final

Considero que el libro que nos ofrece Santiago Tácunan nos recuerda que los cementerios son una fuente valiosa que nos permiten reconstruir una historia de forma crítica y plural. En esa línea, Tusanaje como institución comprometida con el activismo cultural, para la historia, memoria e identidad de la comunidad peruano china, promueve y apoya este tipo de iniciativa. Espero que esta obra sea el inicio de una linea de investigación más amplia sobre los rituales, espacios y memorias funerarias de la comunidad china en el Perú.

 

¿Cómo citar?

Carrasco, R. (2025, 04 de agosto). El Cementerio chino de Huaral: ritual y memoria desde la antropología [Conferencia]. Presentación del libro Cementerio chino de Huaral. Patrimonio funerario del Norte Chico del Perú, Lima, Perú. Asociación Cultural Tusanaje-秘从中来.

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Créditos de fotografía

Walter Hupiu

 

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