Voces de una generación. Cambios de la sociedad china vistos a través del film Vivir de Zhang Yimou.

Voces de una generación. Cambios de la sociedad china vistos a través del film Vivir de Zhang Yimou.

Neruska Rojas

Neruska Rojas
Centro de Estudios Históricos de Venezuela (CNEH)
Centro de Estudios Venezolanos sobre China (CVEC)
nerurojas87@hotmail.com

Los cambios culturales, políticos y sociales de los años ochenta se sintieron en todos los rincones del planeta. China no fue la excepción. El paulatino proceso de apertura económica, sumado a las reformas sociales,trajo consigo el despertar de un imaginario –casi utópico– sobre mayores libertades creativas para artistas, escritores y cineastas. Durante este periodo, el control del Estado sobre el cine y la televisión fue sometido a un proceso de adaptación ante la nueva realidad sociohistórica, lo que permitió que una nueva generación de directores emergentes diseñara guiones para películas enfocadas en temáticas que sobrepasaban los límites de la industria cinematográfica en las décadas anteriores.

Conocidos como los Cineastas de la Quinta Generación, el grupo de jóvenes egresados de la Academia de Cine de Beijing asumió la titánica tarea de crear otras narrativas, discursos visuales, estética, historias y personajes que pudiesen explorar temáticas complejas en su mayoría vinculadas con los efectos negativos de la Revolución Cultural, la relación campo–ciudad, problemas generacionales y desigualdad de género.

A pesar de las diferencias individuales entre los miembros de la Quinta Generación, muchos historiadores del cine chino concuerdan en que estos cineastas lograron presentar ante la audiencia una nueva visión de la realidad china (actual o histórica), que, por lo general, entra en discrepancia con la ideología oficial (Zhang Y., 1998). Ellos defendieron su visión crítica sobre los valores tradicionales, condenando severamente dicha herencia cultural a través de un concienzudo análisis de la dinámica de los distintos grupos que componen el entramado social.

En cuanto a la estética, rechazan la primacía de las cualidades literarias que se encuentran en la mayoría de los films producidos por las generaciones anteriores, por lo que atribuyen mayor importancia a la calidad cinematográfica, poniendo gran énfasis en los elementos audiovisuales para lograr un mayor impacto en el espectador (Zhang Y., 1998). El principal resultado positivo de esta forma de hacer cine se reflejó en la participación de las películas chinas en festivales internacionales; lo que atrajo la mirada del espectador extranjero, quien hasta el momento desconocía no solo la variedad, sino también el estilo artístico presente en este tipo de producciones.

En una entrevista publicada en el año 2001, el director de cine Zhang Yimou explicó que las películas chinas no son como las películas occidentales. Desde su punto de vista, los films hechos con el sello made in China distan de ser solo una mercancía o una obra de arte que pertenece de manera exclusiva a la esfera de la ideología. Para el aclamado cineasta, el cine no es solo un producto de la industria del entretenimiento, es también un poderoso medio para influir en el pensamiento de la audiencia (Gateward, 2001).

Zhang Yimou, uno de los exponentes más destacados de la Quinta Generación, experimentó con un nuevo lenguaje cinematográfico alejándose de los estereotipos de sus predecesores. Las cuestiones relacionadas con las viejas glorias de la lucha colectiva y la revolución cultural fueron gradualmente sustituidas por historias de vida, dramas personales, la figura de la mujer en la transición de la China tradicional a la China moderna, entre otros temas. Esta forma de hacer cine rompió la estructura narrativa previa y reemplazó cánones estéticos. El concepto del film se reconcilió con el arte dejando de ser un simple instrumento en el adoctrinamiento de las masas para lograr su proyecto de transformación; se valió de códigos empleados en el género romance, drama, comedia e incluso el cine negro (noir), al tiempo que exploraba el pasado reciente de la República Popular y sus tabúes.

Sobre la obra cinematográfica de Zhang Yimou, la historiadora Mary Farquhar señala que una de las características más destacadas en sus historias, además del detallado uso del color, es la manera en que presenta el pasado, presente y futuro de China a través de la figura del hijo (2002), además de la notable carga emocional que recae sobre el rol de la madre, quien casi siempre es interpretada por su primera musa, la actriz Gong Li. Muchos son los detractores de su obra, ya sea por el exceso en el uso de los tonos o la supuesta falta de autenticidad histórica. Algunos estudiosos sobre la materia incluso señalan que es un cineasta sobrevalorado, quien produce solo para el público de Festivales Internacionales y no para la audiencia doméstica.

En respuesta a sus críticos, el director sostiene que en sus películas él se encarga de crear mundos ficticios que a menudo chocan, seducen, subvierten y desfamiliarizan al espectador. En su producción cinematográfica, Zhang Yimou documenta aquello que durante mucho tiempo ha atormentado la psique nacional. Por tanto, el rompecabezas final de su obra refleja la compleja –y contradictoria– relación entre la realidad, el sueño y las pesadillas (Farquhar, 2002).

La familia y la nación en el cine de Zhang Yimou

La producción de Zhang Yimou incluye varias películas galardonadas que, desde distintas perspectivas, exploran los aspectos más sensibles de la historia sociocultural de China. La película Vivir (活着, 1994) refleja el drama de una familia que lucha por superar la adversidad antes, durante y después de la Revolución Cultural (1966–1976).

[To live – Trailer] https://www.youtube.com/watch?v=IhRgMU0wyB8

Una lectura del discurso narrativo de Vivir, nos conduce al análisis de varios elementos presentes en la historia. La figura de Fu Gui (福贵) encarna lo que podríamos considerar una versión China de la redención bajo los preceptos de la filosofía católica occidental. Después de perderlo todo a causa de su adicción a las apuestas, Fu Gui se vio obligado a buscar un sustento para su esposa e hijos. Él, quien hasta el momento había llevado la vida de un joven burgués. En este proceso se aventuró a experimentar con el teatro de sombras, en búsqueda de mayores ingresos monetarios para asegurar el bienestar de su familia. Tras superar múltiples dificultades, busca redimirse de los errores del pasado y, junto a su eterna compañera, enfrenta las complejidades de un período decisivo en la consolidación de la República Popular China.

Por otra parte, Jia Zhen (家珍) personifica la devoción materna a través de su sacrificio y el amor abrumador a sus hijos, expresado abiertamente en cada una de sus acciones, desde el momento en que decide abandonar a su marido en busca de una vida más tranquila en un ambiente más estable para la crianza de sus pequeños. Esta abnegación llega al clímax dramático en la sala del hospital donde, ahogada en llanto, le dice a su hija en el lecho de muerte: Feng Xia…mamá está aquí, ¡no temas! (风 霞, 娘 在 这, 不怕, 风 霞).

Los matices de las emociones humanas se recrean magistralmente en esta trama que encuentra el equilibro ideal entre lágrimas y risas. La llegada del pequeño Mantou (馒头) simboliza la esperanza e ilusiones de un nuevo futuro por venir. La escena que recrea una pequeña reunión familiar alrededor de la tumba de los miembros ya fallecidos expresa la inmortalidad que yace en el banco de la memoria; si hay memoria y amor, la muerte es sólo un preludio a la eternidad.

En un artículo titulado A Historiography of Historiographies: Cinema as China’s Search for Self-Identity in the Wider World publicado por Félix Wong (2011), añade su percepción personal sobre el significado de Vivir y, desde su punto de vista, el film…

…se distancia de la visión glorificada de las representaciones del realismo social propio de los años 50 y en su lugar, increpa los sucesos de la Revolución Cultural así como los fundamentos ideológicos del PCCh. Tales temas no sólo resonaron en el seno del público occidental, sino que también cuestionaron la validez de la autoridad del PCCh así como las bases políticas e ideológicas de la identidad nacional, elementos que fueron explotados en incontables ocasiones a través de los revolutionary films de las décadas anteriores.

El cine chino a través de la mirada de la Quinta Generación

En las últimas décadas del siglo XX, cientos de espectadores lograron apreciar los nuevos matices del cine chino como expresión artística y manifiesto político; el film se convirtió en una herramienta para canalizar las quejas de quienes estaban disconformes con su realidad histórico–social y, así, se impulsó una suerte de movimiento espontáneo enfocado en la sensibilización sobre los dramas cotidianos en el contexto del mundo globalizado. A través de sus producciones, los directores construyeron una narrativa donde las experiencias individuales y colectivas eran igualmente importantes en el curso de la trama de la historia que se deseaba contar.

Zhang Yimou es el típico cineasta de la Quinta Generación.

La manera de hacer películas desde una perspectiva real, subjetiva, impredecible e incluso improvisada, se convirtió en el sello impreso en la producción cinematográfica china entre las décadas 1980–1990. El propósito de cineastas como Zhang Yimou y los otros destacados directores contemporáneos, fue superar los rígidos mecanismos impuestos en la industria sumados a la censura impuesta por el Gobierno central; estos elementos son los que obstaculizan el libre desarrollo de la producción nacional.

En este sentido coincidimos en la idea de que el film en sí mismo debe convertirse en un documento político el cual invita a la reflexión sobre nuestro pasado, presente y futuro. Para lograrlo, es necesario alcanzar la cooperación mutua, así como una coexistencia pacífica entre los mecanismos reguladores y la capacidad creadora de los cineastas. De esta manera el cine chino alcanzará la ovación que merece.

Para seguir leyendo:

(2006) Berry Chris & Mary Ann Farquhar.

China on Screen: Cinema and Nation.

New York, Columbia University Press.

(2001) Gateward Frances (Ed.).

Zhang Yimou: Interviews.

University Press of Mississippi.

(2009) Song Tingting.

A new definition for today’s Chinese independent cinema.

Ejournalist, n°1, pp. 157–170.

(2011) Wong Felix.

A Historiography of Historiographies: Cinema as China’s Search for Self-Identity in the Wider World. History 1627: China in the Wider World, 1600–2000, December 2.

Artículos web:

Mary Farquhar.

Zhang Yimou. In: Sense of Cinema. Great Directors, May 2002.

http://sensesofcinema.com/2002/great-directors/zhang/ 2016/05/30.

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