Recibió de la PUCP en el año 2015 el grado de bachiller en Ingeniería Industrial, aunque años antes, en el 2011, mientras estudiaba chino en Shanghái, ya había comprendido, a modo de epifanía, que lo que más anhelaba en el mundo era comprender la cultura china. Formó parte de la primera clase del Instituto Confucio PUCP en el año 2009 y, como le gusta imaginar, posiblemente fue también el primer alumno en matricularse. Actualmente vive en Taipéi, donde estudia la carrera de sinología y cultura en la Universidad Nacional Normal de Taiwán. Su más ferviente deseo es convertirse en un recipiente apropiado para que la cultura china habite en él y, a través de él, pueda llegar a quienes aún no tienen la buena fortuna de apreciar su belleza y profundidad. Él no habla de “dominar” el idioma chino, sino más bien, de “volverse uno” con él. Y, tal y como el enunciado de apertura de Las Analectas anticipa, si aprender chino toma la vida entera, pues ¡qué vida tan feliz sería aquella!